Me siento perdido como un perro vagabundo, sin quererlo fui cayendo en tus garras, mi vida se convirtió en una pagina triste de esta historia de amores perros, ese fue el mayor de los castigos que podía sufrir. Me encuentro recorriendo un camino incierto, perdido, solo, con desesperanza; solo se que estoy sometido a un destino incierto. El día de tu partida fue mi condena, allí supe que no te volvería a ver, en ese momento mi mundo se volvió gris, frío, solitario; allí entendí que en cuestiones del amor siempre hay un perdedor... y el perdedor fui yo, que hoy quedo en tinieblas.
El mundo que me rodea es un tempano frio que no me deja sentir el calor de mis sentimiento, tan solo quedan vestigios de ese pasado de luz que alguna vez fue parte de mi esencia, solo se que todo esto es algo perpetuo y que va a sanar en mucho tiempo, las heridas de mi alma son profundas, me han marcado profundamente.